Espías en el fondo del mar

A partir del 5 de agosto y hasta el 10 de septiembre, la artista visual Catalina Bauer exhibirá la muestra Espías en el fondo del mar en Galería Die Ecke. Una exposición que combina la gráfica y referentes textiles, en un contexto propiamente contemporáneo. Revisa los detalles aquí.

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La exposición Espías en el fondo del mar reúne una obra gráfica y textil; dos medios que han sido recurrentes en la obra de Catalina Bauer, quien presenta su tercera exhibición individual en Die Ecke Arte Contemporáneo.

La artista, licenciada de la Escuela de Artes Visuales de la Universidad Finis Terrae, ha participado en variadas exposiciones y a estas alturas ha sido merecedora de múltiples reconocimientos y premios.

Pero probablemente, una de las particularidades que más llaman la atención de su trabajo, es la especial atención que le brinda al tejido, como una técnica presente en varios de sus trabajos. Así, de la unión sistemática de hilos y del continuo anudar, ha logrado elaborar una técnica de dibujo que ya le es recurrente, no solo como un medio expresivo, sino también como una acción envolvente y meditativa en la que la ejecución se funde con sus pensamientos.

Es lo que presenta en la muestra que actualmente se encuentra en Die Ecke, la que se compone de tres trabajos esenciales, definidos a partir de diferentes materialidades, aunque todos con presencia textil a diversas escalas.

Para elaborar sus obras, en esta ocasión ha utilizado cuerdas de barco usadas. Las cuerdas o “espías” en castellano antiguo, tienen cinco centímetros de diámetro y son desarmadas en los extremos para tejer con los más de cien hilos que componen objetos que parecen ser atuendos pertenecientes a alguna cultura anterior.

Junto con los tejidos hay dos grupos de trabajos gráficos. Uno está compuesto por una serie de pequeños esgrafiados, es decir, dibujos hechos raspando una capa de tinta negra para dejar a la vista una superficie cobriza metalizada que brilla e ilumina las imágenes que en conjunto parecen querer armar un relato, pero que tienden a desviarse y abstraerse. La otra serie de obra gráfica sirve para componer un gran mural hecho con pliegos de papel manchados con alquitrán diluido en agua, un sistema de impresión que ya antes la artista había utilizado y que se asemeja a la técnica del marmoleado dejando a la vista una amplia gama de tonos negros y dorados que esta resina puede dar.

Sin duda, ésta es una oportunidad imperdible para apreciar el trabajo de una sólida artista, que no teme en explorar nuevos argumentos ni técnicas plásticas. En este caso, tanto materialidades como técnicas implican un sentido que se va revelando a medida que las obras se hacen y hasta el momento que se instalan en el espacio de la galería. Espías en el fondo del mar sugiere la intención de querer comprender algo que se ha ido abordando más bien a tientas. Algo que creemos conocer pero que es difícil de ver con claridad.