Graciela Iturbide

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Más de noventa fotos integran la muestra que recorre la obra de la fotógrafa más destacada de México. Desde sus primeras imágenes a sus célebres retrato de plantas y del baño de Frida Kahlo.

Largo pelo oscuro, ropa indígena y una radiograbadora en la mano derecha. Es 1979 y una mujer indígena seri camina frente al desierto de Sonora, de espaldas a la cámara. La cámara es de Graciela Iturbide, la figura más relevante de la fotografía mexicana, quien obtura para hacer Mujer ángel. Esa foto emblemática es hasta hoy su favorita, donde dice que se radicaría si pudiera vivir en una de sus imágenes.

Mujer ángel es una de las más de noventa fotos que da vida a la exposición Graciela Iturbide Fotografías. La curadora Cristina Alemparte seleccionó imágenes clásicas, de seis de sus primeras series, junto con medio centenar de fotos de las seriesNaturata y El baño de Frida, donde retrata prótesis, corsés, muletas y otros objetos que el baño de la pintora guardó durante los 50 años que estuvo cerrado.

Iturbide (1942) ha ganado más de quince galardones internacionales, entre ellos el respetado premio Hasselblad, y ha expuesto en lugares como el Centre Pompidou de París y la Barbican Art Gallery de Londres. Esta muestra llega a GAM gracias a la colaboración de la Fundación de Estudios Iberoamericanos Gonzalo Rojas,  el Consejo de la Cultura y las Artes y la Embajada de México.

¿Sus sueños o pesadillas se parecen a sus fotos?
Para mí, el sueño siempre ha sido muy importante en mis trabajos. Sueño en la noche con lo que hice en el día, sueño con cosas que voy a hacer, tengo sueños premonitorios. Brassaï es uno de los fotógrafos más decisivos en mi vida. Desde hace mucho, una frase de él ha inspirado mi trabajo y dice: “La vida no puede ser captada ni por el realismo ni por el naturalismo, sino solamente por el sueño, el símbolo o la imaginación.”

¿Cómo ha sido su experiencia de mujer fotógrafa, tanto en el ejercicio de la profesión como en su mirada?
Para mí afortunadamente mi trabajo como fotógrafa ha sido muy libre. Trabajé en zonas indígenas donde me cuidaban. Después, mi trabajo es como un diario de viaje donde fotografío lo que me sorprende y así voy haciendo todas mis series.

¿Cómo enfrenta el proceso de hacer una foto?
La fotografía es para mí un ritual. Salir con la cámara, observar, tomar la parte más mitificada del hombre, entrar a lo oscuro, revelar, elegir lo simbólico.