La Magia y la Dulzura de Maïa Vidal

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Mes fascina la estética de ésta dulce y mágica artista, la dirección de arte de sus videos tiene una creatividad increíble, lo que  me inspira y me hipnotiza. Fue lo mejor descubrirla en una de las tantas revistas de cultura de Barcelona, su estética fue lo primero que llamó mi atención y luego escuche su música y me encantó.  

Maïa Vidal es  una artista muy sensible que toca el acordeón, canta en francés y en ingles y eleva a su bici a la categoría de Dios. Fan de las pequeñas cosas y los detalles, ha mimado sus canciones hasta presentar un proyecto sólido en forma de primer álbum “God is My Bike” (Crammed/karonte 2011). Es una americana atípica que vino a Barcelona huyendo del frío de Montreal inspirada por la película francesa “L´Auberge Espagnol” (estrena aquí como “Una casa de locos”). Como pasaba los veranos en el sur de Francia en compañía de los familiares de su padre, tiene un gran sentimiento europeo que la empujó a venir a vivir a Barcelona con trece años, aunque volvió después de un tiempo a Nueva York y hace dos temporadas decidió que la ciudad Condal sería su hogar definitivo.


Les dejo ésta entrevista que encontré en una revista aquí en Barcelona y toda la mágica de su música  y sus bellos vídeos

De madre medio japonesa y de padre francés con raíces españolas, Maïa lleva impreso en sus genes un caleidoscopio cultural que le ha hecho ver la vida de otra manera. Confiesa que su razón de ser es la contradicción. Para mí, lo más interesante es, por ejemplo, presentar una cosa dulce pero hablar de cosas serias o cortar una guitarra súper distorsionada con un xilófono y una flauta. En la vida, en el arte, en la música, quiero presentar las cosas con un poco de humor” 

Su primer EP lo grabó bajo el nombre de Your Kid Sister en su casa, con un Mac, colgando sabánas en la habitación a modo de insonorización y produciendo tan sólo mil copias. Para su puesta de largo “God is My Bike”, ya eligió dos estudios de unos amigos, optando por un proceso natural y orgánico en el que se iban haciendo arreglos cada día. Sin prisas. Su aire naïf y su aspecto de muñeca de porcelana puede llevar a pensar que es una chica frágil. Y puede que lo sea, pero ella misma matiza esta impresión “Odio tener miedo… Y para no tenerlo, he elegido la dulzura contra la oscuridad. Funciona” dice la artista mientras sonríe.


 Cuando el mundo la conocía como Your Kid Sister, Maïa siempre llevaba a cuestas un bonito gorro de peluche: “Tenia mucho sentido ser Your Kid Sister cuando sólo estaba haciendo versiones de Rancid, el grupo punk. Era un personaje, un alter-ego, el opuesto del punk pero con el mismo DIY naïve. Y llevaba el gorro de lobo en referencia a un disco de Rancid, precisamente. Esto era mi mundo al principio, pero una vez compuse mis propias canciones y me di cuenta de que ya había pasado esa fase, ya no tenia tanto sentido cantar mis nuevas canciones, tan intimas y a veces tan intensas ¡llevaba un gorro de lobo! Además, lo que me encanta de Rancid es que hay temas que realmente son muy dulces, en sus letras y también en los coros y en las armonías. “Old Friend” por ejemplo, es una canción que habla de enamorarse cuando estas de gira y quedarte con el corazón roto, usando, además, una metáfora que reconocí de una canción de Billie Holiday: “good morning heartache”. ¡Esto me fascina!”

Una chica con un pasado punk en el que también formó parte de la banda Kievan Rus: “Era un grupo supér punk-rock formado por tres chicas adolescentes. Yo era la bajista y la cantante, y llevaba el pelo de todos los colores posibles. Esta fue mi identidad toda mi adolescencia y me gusto mucho, pero creo que me quemó un poco también. La escena punk no era un buen ambiente para una chica tan sensible, creo… así que dejé la música durante tres años. En aquella temporada no quería hacer nada que tuviese que ver con la música, tan solo estudie bellas artes, escultura, dibujo, animación, historia de arte… de todo ¡Y aprendí a tocar el acordeón sólo para este proyecto! Era un momento muy de arte conceptual para mí. Estaba cocinando con una amigo en Montreal escuchando Rancid y yo cantaba, pero en lugar de gritar como hacen ellos, lo hacía súper dulce. Nos estábamos riendo por eso y surgió la idea de grabar versiones de Rancid pero en plan naïf. Como sabía que había un acordeón en la casa de mis padres, me dedique a aprender. La diferencia entre la escena musical de ahora y mi momento punk es muy grande. Menos mal, porque no aguantaba más aquella escena. Creo que igual era demasiado joven o demasiado honesta… Cuando volví  a la música fui escondiéndome detrás del personaje de Your Kids Sister, en parte porque pensaba que necesitaba protegerme. Pero lo increíble es que ahora no necesito protegerme o esconderme de nada porque mi experiencia aquí y con este nuevo proyecto es únicamente positiva”

Tan positiva que, después de dos años viviendo en Barcelona, Maïa ha conseguido tocar en el festival BAM: “Es muy fuerte porque lo primeros conciertos que vi en Barcelona fueron los del BAM. Haber tocado ahora en este festival me parece muy épico. Empecé a actuar en esta ciudad gracias a un par de amigos y siempre en sitios muy pequeños, pero siempre he tenido un público muy entusiasta que me ha hecho sentir como en casa. El BAM ha sido una experiencia increíble porque me parecía que estaba tocando para el mismo público que cuando tocaba en sititos pequeños, pero claro, había mucha más gente. Me puse un poco nerviosa antes, porque realmente es el concierto más grande en el que he tocado nunca, pero, una vez pisé el escenario, me pareció la cosa más guay del mundo ¡Me gustaría tener conciertos así siempre!”

La artista ha dejado de ir sola para ir acompañada de Simon Beaumont, una especie de hombre orquesta que toca el xilófono, la trompeta, el clarinete, el autoharp y la guitarra. A la hora de ampliar el grupo, Maïa comenta: “Al principio, me costaba mucho incluir a gente en el proyecto, pero con Simon estoy muy contenta, porque puedo tenerlo todo en una sola persona. En el BAM amplié un poco la propuesta y tocamos cuatro músicos: Simon, Giuliano Cobelli a la percusión, la trompeta y xilófono y Alberto Perez al contrabajo y violín. El poder de esta formación ha sido muy interesante, y no sentía que hubiéramos perdido la intimidad ni nada, aunque era una cosa muy grande, la verdad. Creo que por el momento, sin embargo, seguimos con el dúo, que tiene mucha magia”  Si algo de sobra a la propuesta de Maïa Vidal es la magia y la dulzura.

MaiaVidal

Maïa Vidal utiliza violines, acordeón, guitarra, percusión, instrumentos de juguete y su excelente y cautivadora voz, para componer un universo sonoro único… Es capaz de aglutinar estilos muy diversos dentro de su amplio diccionario musical, siendo tanto fan del grupo punk rock Rancid (publicó un EP de versiones del grupo), como de otros estilos que mezcla con habilidad como la música callejera de Francia, toques de Camille o Feist, sonoridades a la Yann Tiersen, destellos de valses y nanas, ritmos guitarreros de indie-rock y una variedad inusual de estilos.

El movimiento riot-girl también le tocó de cerca, aunque más por nombres como Sleater-Kinney y Hole que por las pioneras del género. “En aquel momento, las chicas necesitábamos decir cosas, pero siempre en grupo, y decirlas bien fuerte. Ahora podemos mostrarnos más dulces y más cercanas, caminado nosotras solas”.

Todo sobre Maïa Vidal en 

http://www.maiavidal.com/