País, homenaje en Blanco y Negro

El destacado fotógrafo colombiano Fernando Cano Busquets presenta en el Centro Cultural de Las Conde parte de la serie País, homenaje en Blanco y Negro, que le permitió obtener el Premio Nacional de Fotografía del Ministerio de Cultura de Colombia 2017. 

La exposición es un doble homenaje a Colombia, eje fundamental de su trabajo por más de 40 años, y al Blanco y Negro, lenguaje que considera único, propio e insustituible.
La muestra, poética y profundamente humana, es posible gracias a la gestión de la Embajada de Colombia en Chile.

Esta serie de 20 imágenes forma parte fundamental del proyecto País, homenaje en Blanco y Negro, que contiene más de 150 fotografías realizadas entre los años 70 a nuestros días. “Está concebida en cuatro temáticas distintas que, sin embargo, se complementan en un recorrido visual que da pistas sobre el carácter propio de la colombianidad. Eso que nos hace únicos en un espacio, una geografía y unas costumbres históricas”, señala el autor.

La serie parte del paisaje mismo, montañas, ríos, mares, espacios en los que van apareciendo sus habitantes, sus conquistadores. El recorrido continúa por los entornos, registro de familias, de individuos en sus hogares, oficios anónimos o parcelas particulares sin los cuales no se entendería el tejido de nuestra sociedad. Luego viene una colección de fotografías realizadas en las fiestas populares y por último, se incluyen acercamientos precisos a las manos que trabajan, moldean, cosechan y tejen el sello especial de Colombia.

En cuanto al Blanco y Negro, el autor utiliza las prácticas más reconocidas del oficio, como la reportería gráfica, la visión contemplativa o reflexiva de lugares incomparables; la fotografía de calle como testimonio de una era y, por supuesto, el retrato, la huella digital de un pueblo.

Fernando Cano Busquets (1956) creció en medio de imprentas y periodistas. A los 18 años, interesado por reproducir a través del lente de una cámara todas esas imágenes que estaban en su mente, comenzó su carrera como fotógrafo en la escuela del laboratorio fotográfico de El Espectador. Trabajando allí, formó sus bases junto a los reporteros gráficos del diario. Escribió como columnista, cronista, y estuvo a cargo de la dirección general de 1987 a 1997. Ahora, su palabra es la fotografía y su visión del mundo es con imágenes.

Sus estudios en filosofía y letras le han permitido tener una visión más profunda de la realidad. Sus ojos han ido más allá y han encontrado entre la multitud a esos personajes que representan lo que es Colombia. “Quiero mostrarle a la gente lo que voy viendo de la realidad cotidiana”.