Película Las Insoladas
La semana pasada me tope con la película Las Insoladas, como siempre me guié para verla por la imagen de su portada que me llamo mucho la atención, lo dude un minuto porque tal vez podía ser un poco light, pero la llevé porque mi ojo me dijo que el estilo y la dirección de arte me podían gustar, y así fue.
La Película transcurre en Buenos Aires en diciembre del año 1995. Donde seis amigas y compañeras de una clase de salsa, todas ellas con personalidades muy diferentes, comienzan a imaginar un mismo sueño: pasar dos semanas de vacaciones en el Caribe. Pero su realidad económica no les permite salir de esa terraza en pleno centro de la ciudad, donde cada semana comparten la ceremonia de tomar sol. Ellas quieren lucir divinas: esa noche se presentan en un concurso de salsa, cuyo premio es el dinero que las acercaría al ansiado viaje. Pero es el sábado más caluroso del año, y el sol convierte el deseo de Cuba en una obsesión.
La imaginación y creatividad del director Gustavo Taretto me sorprendió y me encandilo a tal punto que casi llegue a sentir el calor que ellas debían tener en ese momento. No me quiero imaginar como se debe haber insolado todo el equipo detrás de la película en los días de filmaciones.
Me encantó su colorido y estilo , me sentí muy identificada con éste. Todo junto creaba una atmosfera muy artística y muy alegre, los trajes de baño, los objetos utilizados y sus accesorios generan un imagen muy luminosa que en conjunto con el lugar blanco incandescente de la terraza, los fierros oxidados y la construcción destruida le dan un toque un tanto surrealista e irreal.
Crean fotografías en cada toma, con bellos encuadres en las cuales dejan la cámara un par de segundos para que puedas contemplarla, se ve arte en cada una de las escenas, en cada elemento gesto y dialogo de la película, todo esta absolutamente bien cuidado,
Unas de las tomas que más me gustaron son sin duda la caratula de la película con esa vista desde arriba, la composición de las toallas y la combinación de colores, también la escena en que suben a otros piso de la terraza cargando todos sus objetos veraniegos, se logra una bella composición, con cada una de ellas instalada en una altura distinta, junto con los colores de los objetos y sus movimientos.
La toma en que se sacan la foto sobre el cartel de la publicidad gigante que mira la ciudad promocionando un viaje a Cuba es excelente.
Me reí mucho viéndola, y ya nos les cuento más, se las recomiendo, pero no se les ocurra tomar tanto sol como ellas!!!
