Sótano

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Más de dos décadas después de su estreno vuelve esta emblemática obra de danza contemporánea dirigida por Luis Eduardo Araneda, un reestreno del programa Patrimonio Coreográfico del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

En 1992 suena Jon Secada y Michael Jackson, Cristian Edwards es liberado de su secuestro, se crea la radio Rock & Pop, se envía un iceberg a la Exposición Universal en Sevilla y se cancela el concierto de Iron Maiden por presiones de la iglesia católica. Es Chile a principios de la transición y es en ese contexto que la Séptima Compañía de Danza Contemporánea estrenó Sótano, hace 23 años.

“Solo quería volcar en la creación todo lo vivido en esa época tan convulsionada de la historia de nuestro país, y que hasta el día de hoy genera una fractura en nuestra sociedad. La obra fue concebida como un ejercicio de experimentación, recién iniciada la democracia, después de 17 años de oscurantismo y dictadura, no obstante en ese ambiente me formé artista de la danza, soy parte de una generación de resistencia”, dice Luis Eduardo Araneda, director de la obra que regresa gracias al programa Patrimonio Coreográfico, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Sótano debutó en la sala Isidora Zegers de la Universidad de Chile, luego ganó premios a mejor montaje, director, diseño y música en el Primer Festival de Nuevas Tendencias Pedro de la Barra. En el certamen también fueron premiados Rodrigo Pérez, Paula Zúñiga y Carlos Cabezas, entre otros. La obra también se montó en la discoteque Oz, en Costa Rica y México. La última vez que estuvo sobre el escenario fue en 1993 en el Teatro Municipal de Viña del Mar. “Extraordinario, seductor y atrayente”, fue lo que entonces publicó La Tercera sobre el montaje.

La obra vuelve con elenco nuevo, pero manteniéndose fiel a la original que fue creado en un trabajo de experimentación por cuatro bailarines y un actor y que tenía una banda sonora ecléctica, con tango y sevillana. “Significó un vuelco en términos de lenguaje, buscar en el gesto y el movimiento nuevas posibilidades de expresión”, cuenta Araneda y agrega: “Se alejó de lo que venía haciendo hasta ese momento, de cualquier modo esta transición fue algo inconsciente. Creo que la obra marca un territorio que define toda mi obra, que es conciencia de la memoria dentro de nuestra realidad cultural. Mi trabajo tiene un acento identitario, hablo de mi país siempre, desde nuestra historia”.

Paralelo a la obra se realizará el foro Retrospectiva del cuerpo sensible en el que participarán los protagonistas de las obras que reestrenó el programa Patrimonio Coreográfico: Paulina Mellado, Mario Ossandón (de la Compañía Movimiento) y Luis Eduardo Araneda.