Eva, la primera mujer de cabellos largos y curvas pronunciadas. Vistió naturaleza y fantasía, la belleza de las flores y las hojas recogidas del suelo ganaron el honor de cubrir su cuerpo, y las margaritas, buscando sol, se instalaron en su cabeza. Sólo una prenda confeccionada con la finalidad de transmitir belleza y frescura merece adornar nuestro cuerpo.
Así podemos trazar una línea del tiempo y del no tiempo, pasando por las mujeres de la época de las cavernas, del Barroco, la vitalidad del siglo XXI con escala en los aeropuertos de elfas, hadas y hechiceras.
Cada una de esas mujeres buscó transmitir su belleza al mundo a través de un estilo único e irrepetible, delicado y deslumbrante. Aprendió a usar los colores, talles y formas que mejor se ajustaban a su belleza. El poder de la imagen, de poder comunicar lo que queramos con nuestro cuerpo y nuestros movimientos es un don exclusivo de nosotras, las mujeres. Es por eso que tenemos el deber de cuidar y relucir nuestra anatomía constantemente con prendas de vestir que no sólo se adapten, sino que también comuniquen.
Nosotras nos fijamos la tarea de recorrer esta línea del tiempo y del no tiempo para sacar de cada escalón lo más bello y esencial de la mujer y traértelo. Hemos experimentado con talles, colores, formas y texturas para lograr reunir todos esos pequeños detalles que hacen que cada rincón de tu cuerpo deslumbre vida y color, ternura y grandeza, mito y realidad.
Entre largas enciclopedias y horas sumergidas en antiguos baúles de ropa conseguimos un resultado: Ella la Bella. Este pequeño espacio de fantasía incrustado en la realidad que logrará sacar a relucir lo más vital y femenino que tenemos dentro, nuestra esencia de ser mujer, con un carácter fuerte y delicado a la vez. Traemos la naturaleza con la que vistió Eva para ti, la majestuosidad del Barroco y la magia de un hada. Lo único que falta es que tú te encargues de darle vida a esa ropa, de comunicar con ella y que sea parte de la moderna mujer del siglo XXI.
Daniela Hofer García
