En esta sociedad de consumo, de obsolescencia salvaje, de usar y tirar, la mayoría de los productos van envasados, y muchos de ellos, con más plásticos de los que serían necesarios. Esto sería evitable, si bien, en el caso de la alimentación, suele argüirse que es necesario cubrir los productos por motivos sanitarios. Existen ya algunos supermercados que demuestran lo contrario: venden sus alimentos a granel, de forma totalmente legal, y cuentan con todas licencias administrativas necesarias para ello. Una tendencia que empieza tímidamente, pero cada vez cobra más fuerza