La bióloga y fotógrafa marina Catalina Velasco busca salvar el océano chileno

«Estar bajo el agua es mi mundo, acá es a dónde pertenezco.»

Como fotógrafa y amante del mar, admiro mucho el trabajo de Catalina Velasco, bióloga marina, fotógrafa y defensora del océano. Ella ha recorrido los mares aprendiendo, con la misión de poder acercar el conocimiento sobre el mar a las personas, para que le den el valor que tiene y así poder protegerlo. Estuve conversando con ella para saber un poco más sobre cómo llegó a esta actividad, qué la mueve, y de dónde nace esa pasión por el mundo submarino. 

¿Desde cuándo empieza tu conexión con el mar y su mundo?

Cuando entré a estudiar Biología Marina, no sabía mucho de qué se trataba. Yo quería estudiar Medicina Veterinaria, pero al final me arrepentí y dije: “Quiero explorar, quiero viajar, quiero conocer este mundo submarino”… y me metí a la carrera, y ahí descubrí la importancia del mar. Ahí me enamoré del mar. 

¿Cómo decidiste que tenías que entrar a estudiar Biología Marina, qué te llevó a eso?

Decidí de un momento a otro. Había visto algo y me llamó la atención, pero no conocía a nadie que estudiara eso y me tiré a la piscina nomás. Y entré a la carrera y me gustó mucho. A veces uno tiene esa sensación de que tiene escoger una carrera en la que sienta una vocación tremenda desde pequeña, y no, no necesariamente va a pasar eso, y está bien. La vocación no siempre llega cuando una es más chica, se da a veces eventualmente, que es lo que me pasó a mí.

¿Cuándo fue tu primera experiencia con el buceo?

Fue dentro de la carrera, en el bautizo submarino, que es cuando un instructor te lleva en una primera experiencia de buceo. Y fue maravilloso, iba en primer año de la carrera, y ahí yo dije, ¡guau! esto es lo mío, estar bajo el agua es mi mundo, acá es a dónde pertenezco.

¿Cómo fue que decidiste partir a estudiar a Punta Arenas, y cuál fue tu experiencia ahí?

Me fui porque la Universidad de Magallanes había abierto este programa en Ciencias Antárticas y Subantárticas. Era un doctorado nuevo y me llamó mucho la atención, tenía una malla única. Yo conocía Punta Arenas porque había hecho una pasantía en UMAG cuando estudiaba Biología Marina y me gustó mucho la ciudad. Me gustó mucho que hubiera tanta naturaleza, el clima, tener el Estrecho de Magallanes al frente, que se vieran delfines pasar siempre, albatros, petreles, una fauna marina que no veía en el resto de Chile y por eso decidí irme para allá y fue una experiencia bien bonita.

¿Desde cuándo viene esa motivación tan grande por educar sobre el océano?

Cuando ya estaba estudiando Biología Marina, no entendía a algunos profesores que se dedicaban todo el día en el laboratorio a escribir papers. Nunca entendí el valor del paper por sí mismo, porque no es algo que te permita contarles a las personas la importancia de tu trabajo, es una forma de comunicación que queda muy cerrada dentro de un grupo que ya esta convencido del tema. Y está bien, es una forma de comunicar super válida dentro del área científica, pero yo quería salir de este mundo, y quería contarle a la gente qué era el mar, lo maravilloso, pero también lo frágil que era, porque yo nunca aprendí del mar en el colegio. Tenemos una ceguera oceánica súper grande, entonces quería contar al respecto. Ya dentro de la carrera pude entrar por primera vez a una ONG  que se dedicaba a trabajar en educación ambiental que era Acción Cousteau y ahí entré a trabajar en educación ambiental. También después entré a trabajar en un centro de buceo y llevar a la gente bajo el agua era bacán. Era tan inspirador ver cómo salía la gente de contenta. Entonces yo decía: “Esto es, hay que mostrar lo que hay bajo el agua, es la forma en que la gente hace un clic, conocer qué hay bajo el agua te puede generar cambios de hábitos”. Y así fue cuando empecé.

Creaste la Fundación Mar y Ciencia, ¿Cómo y con qué fin nace? ¿Trabajas con más gente?

Cuando estaba trabajando en el centro de buceo, estaba con mi pareja Felipe Pizarro y con otra colega de Biología Marina, y nos preguntamos como hacemos para seguir comunicando sobre el mar. Y ahí decidimos armar Fundación Mar y Ciencia, con la misión de acercar los ecosistemas marinos a la comunidad, y con ese espíritu nos hemos mantenido desde el 2017, que fue cuando creamos la fundación en Valparaíso.  La fundación opera ahí y en Punta Arenas, pero además en el resto de Chile e hispanoámerica gracias a las actividades online que estamos haciendo. Se abrió desde la pandemia, y nos ha permitido expandir nuestra audiencia . 

Yo y mi pareja somos los fundadores de la fundación y trabajamos con un equipo de 18 personas Trabajamos de forma multidiciplinarea: tenemos diseñadores, periodistas, ilustradores, gestores públicos, sociólogos… nos hemos expandido, para también poder comunicar sobre la ciencia de mejor manera. Queremos comunicar sobre el océano y las ciencias del mar a través de plataformas digitales. Usamos mucho las redes sociales, infografía, cápsulas, videos de Tik Tok, charlas… Trabajamos de forma directa e indirecta con la comunidad. 

¿Qué sientes cuanto te sumerges en el mar? ¿Qué significa para tí el mar y qué es lo que más amas de éste?

No sé qué es lo que más amo. El océano lo amo, lo amo, para mí es todo, estar bajo el agua, es mi momento favorito, es de verdad donde me siento feliz, me siento parte del agua. Cuando estoy bajo el agua es como volver a un útero del mundo, al origen de la vida, es muy cuática la sensación. Ese es mi momento favorito, siento la ingravidez, me siento muy tranquila y en paz.

Estudiaste para sacar fotos bajo el agua. ¿Te fue útil ésta herramienta para poder mostrar lo que quieres proteger?

Partí con la fotografía submarina porque quería mostrar lo que hay bajo el agua. Empecé de forma autodidacta, luego tomé un curso con Eduardo Sorensen que es un fotógrafo submarino chileno, y luego me gané una beca en National Geographic para hacer un curso de fotografía submarina en Tailandia. Un curso que duró un mes, súper completo, y éste me ayudó a perfeccionarme mucho más. Pero todavía soy una aprendiz de la fotografía submarina. Esta me ha servido mucho para poder mostrar lo que hay en el océano. Me gustaría llevar a todo el mundo a bucear, pero es logísticamente imposible. Entonces, lo más fácil es usar la fotografía para poder mostrar este mundo submarino.

Participaste en la expedición de National Geographic Pristine Seas ¿Cómo fue esa experiencia y dónde bucearon? 

Como soy exploradora de National Geographic  tuve la oportunidad de ir a una expedición con Pristine Seas a los Fiordos Patagónicos, y fue un sueño hecho realidad. Yo admiro mucho al equipo de Pristine Seas , son profesionales de primer nivel que luchan día a día por proteger los océanos, entonces, poder participar con ellos fue increíble y también  poder trabajar con el equipo científico. Además que fue una expedición muy especial para Pristeas Seas porque fue  la primera vez que juntaron este conocimiento científico con el conocimiento ancestral, ya que llevaron representantes de la comunidad Yagánica y Kawésqar, entonces fue muy especial para ellos también. Y, para mí, un tremendo honor poder haber sido parte de esa experiencia. Y bueno, la expedición se llevo a cabo al rededor Parque Kawésqar, uno de los más grandes del país.  

 Cuéntame un poco de tu experiencia como mujer en éste mundo de la biología marina

No sé si ha sido diferente a la de otras mujeres, u hombres. Yo sé que la brecha de género en ciencias existe, es real, conozco los porcentajes, conozco los datos. Pero yo, por ejemplo, nunca me he sentido discriminada por ser mujer. Eso no quiere decir que no pase, yo sé que pasa. De hecho, yo entrevisto mujeres para la sección “Mujeres de Mar” en Mar y Ciencia, y leo los testimonios, las mujeres me cuentan cómo siempre han sentido que tienen que luchar más que los hombres. Además, una como mujer tiene que estar constantemente demostrando que es capaz, que es buena en lo que hace, y eso es un poco desgastante. Pero también siento una misión, que creo que tenemos todas las mujeres en ciencia, y es que tenemos que ser un puente para  aplanarle el camino a las mujeres que vienen. Para que más adelante puedan decir, “yo también puedo ser científica, también puedo ser bióloga marina”, que sea una opción también. Es importante visibilizar a las mujeres en ciencia. 

Y a las mujeres que quieren entrar al mundo del buceo, les diría: denle para adelante, van a encontrar muchas mujeres maravillosas en este mundo, que aman el mar, que quieren enseñar, que quieren formar comunidad. El mar no es un mundo de hombre, es de todes.  

¿Qué es lo que más te ha gustado fotografiar bajo el agua?

Lo que más me gusta fotografiar bajo el agua son los bosques de algas. Los encuentro maravillosos, además que son muy importantes. Son como las guarderías del mar, son zonas de hábitat, reproducción y crianza de cientos de especies, protegen las costas de las corrientes. Y son verdaderos bosques bajo el agua, son tremendas algas, que miden de 10 a 20 metros, y tú estas ahí viéndolas bajo el agua. Y poder fotografiar esos ecosistemas es muy, muy lindo.

¿Has expuesto tus fotografías en alguna galería? Son un verdadero arte y además, educan.

Hemos hecho exposiciones itinerantes de fotografías submarinas de los naufragios del Estrecho de Magallanes. Me gusta mucho exponer estas fotografías porque podemos hacer que más personas conozcan el mundo submarino. También educan, porque por primera vez, puedes estar viendo este paisaje desconocido que se está haciendo conocido, y además, te das cuenta de la gran biodiversidad marina que tenemos en Chile. 

¿Cuál es tu sueño para sentir que has cumplido la labor que te propones?

Cumplo mi sueño un poquito cada vez que alguien me dice “gracias porque descubrí un mundo nuevo”, “gracias a lo que hacen con Mar y Ciencia”, “aprendo un montón del mar con ustedes”… eso me hace sentir que vale la pena el trabajo que estamos haciendo. Por mí, mi sueño es que todo el mundo conozca el mar y se enamore de él. Sé tal vez nunca se va a cumplir, pero es algo que siempre estoy trabajando constantemente para hacerlo realidad. Pero tampoco me puedo frustrar esperando que que todo el mundo, el 100% de los chilenos y chilenas se enamoren del mar. Pero mientras más personas puedan caer rendidas a sus pies, mejor, así de a poquito se va cumpliendo el objetivo.

 

¿Qué es para ti la belleza, cómo crees que podamos encontrar esa belleza integral?

 Para mi la belleza es algo muy subjetivo, para mi la belleza está en la naturaleza, esto que se escapa de nuestras manos, que no podemos construir, que está ahí como el océano. Y para encontrarla hay que conectarse con la naturaleza,  no necesariamente irnos a perder a un bosque, simplemente cerrar los ojos y respirar, y darnos cuenta que esa respiración es permitida. es lograda gracias al oxigeno que aportan los bosques y los océanos por ejemplos, darnos cuenta de esa conexión intrínseca que tenemos con la naturaleza, es darnos cuenta que somos parte de la naturaleza, y del ecosistema que no estamos por sobre estos, eso para mi es belleza, creo que la belleza integral la podemos encontrar conectándonos más con la naturaleza.

Agradecida de ésta linda entrevista con ésta mujer del mar, que hoy  comparto para que otros puedan inspirarse en ella y conocer un poco más sobre el mágico océano que nos rodea. 

Fotos de Catalina Velasco en mares de Chile
Foto de Catalina bajo el agua por Alex Tyrrell

Lee aquí otras entrevistas La Tercera National Geographic

Aquí un vídeo sobre la labor de Pristine Seas en el mundo