La fruta del dragón está de moda

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También conocida como pitaya o pitahaya, esta fruta viene de un cactus y crece en climas tropicales. En el hemisferio norte está de lo más trendy, y se mezcla con betarraga o coco en batidos e incluso hay una versión latte. Descubre sus propiedades y aprende a consumirla de la mejor manera para aprovechar sus propiedades antioxidantes.

La pitaya llama la atención de inmediato porque es bien diferente a lo que vemos normalmente. Es una fruta muy exótica, su cáscara se ve como escamas, –que pueden ser amarillas o fucsias, estas últimas tienen las puntas verdes-. Es una fruta carnosa y suave, con una textura y apariencia similar a nuestro copao (que crece desde la región de atacama hasta Coquimbo), porque también proviene de los cactus.

“Su sabor es una mezcla entre la pera y el kiwi. Contiene el 10% de los requerimientos diarios de Vitamina C, también tiene algunas del grupo B, como la B1, B3 Y B6. Contiene calcio, hierro y fósforos. Sus semillas son ricas en omega 3 y contiene licopeno, que ayuda a prevenir el cáncer de próstata”, explica la naturópata Denisse Ortiz (naturopatadenisseortiz@gmail.com).

Además, como es rica en captina actúa como regulador intestinal y laxante suave. Es un gran antioxidante, contribuye a bajar la presión y disminuir el colesterol. Refuerza el sistema inmunológico, fortalece dientes y huesos. Una cosa interesante de esta fruta es que ayuda a sanar heridas, por su poder cicatrizante, tanto al consumirla como con el uso tópico de su cáscara, que al igual que las suculentas, contribuye a que los hematomas se absorban más rápido. “La cáscara de la pitaya es bien extraordinaria, hay estudios científicos que indican que ayuda a detener el melanoma, que es el cáncer de piel más agresivo, y también ayuda a prevenir el cáncer de próstata”, agrega la especialista.

Esta fruta no tiene contraindicaciones, pero las personas diabéticas deben consumir porciones pequeñas, igual que todas las frutas.

¿Cruda, cocida o en batidos?

“La forma más agradable de consumirla es picándola en pequeños trocitos y mezclarlo con otras frutas, o comerlo directamente de la fruta. Se hace un corte transversal y te lo comes con una cuchara, que es la forma que yo más recomiendo. En jugo no lo aconsejo mucho porque pierde muchas propiedades. Es importante no botar las cáscaras, déjenlas secar y con eso hagan un polvo fino, que se puede agregar a jugos o sobre otras frutas, por ejemplo, para prevenir varios tipos de cáncer”, dice Denisse.

Dónde conseguirla

Esta fruta es de América y se produce en Nicaragua, Colombia, Brasil, Perú, Ecuador, Argentina y México, porque se da en climas tropicales. También se cultiva en Vietnam, Tailandia y recientemente en España, en Malaga, Sevilla y Canarias. A Chile llega principalmente importada desde Colombia y se puede encontrar en la Vega y en algunos supermercados.

 

fuente: Revista MujerFrancisca Colussa