«Los introvertidos ya cambiaron el mundo»

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Interesante artículo sobre como la gente introvertida puede resultar aún más creativas que los extrovertidos, y habla sobre como se deselvuelven en la sociedad estos dos tipos de personalidades,
¿Con cual te identificas?

El doctor en psicología y estudioso de la ciencia de la personalidad asegura que aunque las sociedades suelen valorar la extroversión, algunas de las personas más creativas son introvertidas.

El doctor Brian Little se define a sí mismo como un introvertido, pero cuando habla en la charla TED «¿Quién eres en realidad? El enigma de la personalidad» y hace reír al público mencionando un estudio que concluye que las mujeres extrovertidas tienen más relaciones sexuales al mes que los hombres extrovertidos, o cuando dice que una de las peores cosas que le puede pasar a un introvertido es que alguien le hable cuando está en el baño, no se nota.

Little, doctor en psicología, investigador y profesor de la U. de Cambridge, estudió la ciencia de la personalidad en la U. de California, Berkeley, porque se centraba «tanto en los aspectos disfuncionales del comportamiento, como en el porqué nos sentimos ansiosos o deprimidos, pero también en los aspectos positivos de la creatividad y las fuentes del florecimiento humano», dice en entrevista con «El Mercurio».

Según los estudios, hay varias formas de diferenciar a extrovertidos e introvertidos. «Los introvertidos y los extrovertidos difieren principalmente en su capacidad de respuesta a las recompensas positivas, ya que los extrovertidos están más motivados en buscar estímulos, contactos sociales y situaciones de riesgo. También hay diferencias más sutiles: los extrovertidos pueden aburrirse más fácilmente que los introvertidos y están dispuestos a renunciar a la calidad por la cantidad, cuando están interesados en varias tareas».

Ruidos fuertes y eventos sociales son estímulos necesarios para los extrovertidos. Los introvertidos, en cambio, prefieren sitios más tranquilos. «Pueden ser considerados, por error, antisociales, pero no lo son necesariamente. Solo puede que se den cuenta que su desempeño es mejor cuando diminuyen el nivel de estímulo».

Los extrovertidos también necesitan estímulos como la cafeína. Por eso no es raro que el extrovertido llegue a la oficina diciendo que «necesita» un café. Según Little, no se trata de una exageración.

«Además, cuando los extrovertidos interactúan con alguien se acercan más, hablan más fuerte y usan un lenguaje más directo que los introvertidos, que son más oblicuos y moderados».

Un extrovertido, por ejemplo, nombrará a su interlocutor por un diminutivo o incluso le pondrá un sobrenombre, algo que un introvertido solo hará cuando se sienta en confianza.

En la charla TED, Little da este ejemplo sobre la diferencia de lenguaje que usan unos y otros: hablando con un amigo de un tercer compañero, Little -un asumido introvertido- lo describió como alguien «que tenía tendencia, a veces, a actuar de una forma que algunos pueden ver, quizás, como más enérgico de lo normalmente requerido». Su amigo extrovertido, en cambio, lo definió como «un imbécil».

«Los introvertidos no van a cambiar el mundo, ya lo cambiaron. Muchos de los inventos más creativos y obras de arte han sido creados por individuos introvertidos. Es cierto que en algunas sociedades la extroversión se valora más que la introversión. Pero no en todas. E incluso en lugares como EE. UU., donde la extroversión es un valor, ha habido, desde hace algunos años, un aumento en el reconocimiento de los valores de introversión».

Actuar como otro

Little puede parecer un extrovertido cuando habla en la charla TED, pero asegura que esa posibilidad de cambiar su rasgo de personalidad es una forma natural que tienen las personas para avanzar en sus proyectos de vida.

«Es posible cambiar el comportamiento de una persona, de modo que un introvertido pueda parecer extrovertido, o una persona neurótica pueda parecer más estable. Esta ‘actuación fuera de lo común’, como la llamo, es adaptativa porque nos ayuda a avanzar en los proyectos personales centrales de nuestras vidas. Pero debemos tener cuidado de no desgastarnos al actuar contra nuestro tipo biogénico. Por eso necesitamos acceso a nichos de restauración en los que podamos volver a nuestras personalidades naturales».

Y agrega: «Por ejemplo, a mí me consideran un profesor muy extrovertido, pero soy un introvertido biogénico. Actúo fuera de lo normal porque me encanta entusiasmar a mis alumnos con la ciencia de la personalidad. Pero después de una conferencia puedes encontrarme escondido en el baño de hombres, lejos de mis alumnos y de demasiada estimulación. ¡Ese es mi nicho restaurativo!».

Por Amalia Torres, fuente: Emol