Con un recolector de agua lluvia Majen comienza su ciclo, donde se recupera en origen. En no más de 24 hrs este esencial ingrediente es transformado en productos únicos.
Recolectamos agua de lluvia para fabricar todos nuestros productos, reduciendo así la Huella Hídrica y también la Huella de Carbono en los procesos.
Majen propone la vuelta a lo esencial, donde la fabricación industrial no tiene cabida, todos las producciones son a escala humana. De esta forma nos unimos a la tendencia mundial de respeto a nuestro planeta.
Entre bosques húmedos y una laguna se encuentra el primer laboratorio Majen, situado en Los Avellanos de Trapén, camino a Chiloé. En medio de esta impresionante y enigmática naturaleza, se fabrican a mano cada uno sus productos.
El aumento de los niveles de producción, desde el años pasado, hacen que Majen inaugure un segundo laboratorio en Valdivia. En línea con su idea de negocio, recupera una casa patrimonial en un barrio histórico en el centro de la ciudad e implementa una nueva línea de producción.
Majen ha invertido en una estación meteorológica que está ubicada en el laboratorio, siendo monitoreada desde la comodidad del hogar de sus fundadores. Así pueden aprovechar al máximo los días de intensa lluvia, organizándose de manera plena ante los requerimientos productivos.
Cada uno de los productos Majen es elaborado en su totalidad en nuestro laboratorio, partiendo de fórmulas artesanales, con el correcto uso y armonía de aceites esenciales para crear resultados únicos a los sentidos. Majen reúne el valor del origen, la calidad y el diseño.
Aplicando ingeniería a sus procesos, pronto Majen destilará sus propios aceites esenciales, pudiendo así cerrar el círculo productivo
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