Paisajes para no colorear

Vulnerabilidad, estigmatización, violencia y rebeldía. Nueve adolescentes chilenas suben a escena a exponer su forma de enfrentar el mundo y la violencia de la que han sido testigos y víctimas. Una Producción GAM dirigida por Marco Layera.

Lissette Villa tenía 11 años cuando murió asfixiada porque una cuidadora de 90 kilos se sentó sobre ella por minutos. Tania Águila murió a los 14 años cuando su pololo la atacó con una piedra en la cabeza. Florencia Aguirre tenía 10 años cuando su padrastro la asfixió con una bolsa, la quemó y la enterró en la leñera de su casa. Estos fueron algunos de los casos que impulsaron al equipo de Teatro La Re-Sentida a crear Paisajes para no colorear, obra en la que un grupo de adolescentes de sexo femenino intenta visibilizar la vulnerabilidad a la que están expuestas por ser “mujeres” menores de edad.

En escena hay nueve jóvenes entre 13 y 17 años que opinan y cuentan historias basadas en hechos reales, a partir de casos aparecidos en prensa o de experiencias vividas por ellas y sus pares. “El tema que nos mueve es la violencia de la que somos víctimas, violencia de género, social, familiar, escolar y puntualmente el aborto y el femicidio adolescente”, cuenta el elenco.

Tras la obra hay un largo proceso. Primero se realizaron talleres en comunas de Santiago para conocer su realidad. Después se hizo una audición a la que llegaron cerca de 140 jóvenes, luego otro taller y finalmente se seleccionaron nueve chicas para actuar y dos para integrar el equipo de dramaturgia.

GAM
4 al 7 de marzo