“Super-Estructuras”

Hasta el 24 de febrero se puede visitar la exposición de Paula Dünner y José Dumay. En las dos salas del espacio cuelgan las obras de los artistas, que desde lo textil y la pintura abordan el tema del universo.

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“Si has de ver un Mundo / en un granito de arena / y un Cielo en una florecilla, / envuelve el infinito en la palma de tu mano / y la Eternidad en una hora”, dice el poema Augurios de la inocencia, de William Blake, que está pegado en el muro de la sala en que expone Paula Dünner.

Ahí la artista presenta dos obras hechas de fieltro, gasa, seda, entretela y costuras a mano. Las figuras de las obras remiten a las imágenes con las que se explica el ordenamiento celular, con diferentes colores y formas. Una está enmarcada y la otra se extiende completamente por dos muros del espacio.

Desde Sala Gasco detallan que su trabajo “nos adentra en un mundo imaginario que, desde su abstracción, sugieren complejos celulares, orgánicas del núcleo de una célula, procesos moleculares, dinámicas subatómicas, planetas, galaxias u otros”.

La obra que se despliega por los muros obliga al espectador a hacer un recorrido a su alrededor, como si siguiera una especie de código genético que se repite con pequeñas variaciones de formas y colores. Y es interesante el contrapunto que se crea entre la extensión de este con el encierro que define a la obra que tiene al lado.

En tanto en la otra sala del espacio se exhiben 16 pinturas de José Dumay de mediano y gran formato. Con distintos colores y técnica mixta, el artista presenta distintos acercamientos al Colisionador de Hadrones. Representando la idea del universo, sus complejidades y búsquedas en esta figura del mayor acelerador de partículas, construido para replicar el Big Bang.

“Intensa en cromatismo y en trazos que bien podrían ser abstracciones, devela las complejidades de los aparatos tecnológicos -microscopios electrónicos, aceleradores de partículas, reactores de fusión- que, en la objetividad del mundo concreto, permiten la observación científica y empírica de aquello que la obra de Dünner podría estar evocando”, detallan desde Sala Gasco.